Tras los acontecimientos ocurridos recientemente, desde García Larraínzar queremos manifestar una vez más nuestra firme convicción en la defensa de los derechos de las personas e igualdad de género.
Creemos que nuestra sociedad debe avanzar hacia la senda del respeto, la educación y la igualdad.
Toda institución debe gozar de un código ético y de conducta, el cual debe sustentarse en los valores de las personas que integren dicha institución.
Consideramos que todo miembro de cualquier entidad debe estar amparado/a por una normativa que le proteja de cualquier abuso, no sólo para reprender dichas conductas, sino para algo más importante: Prevenirlas y Evitarlas.