Grimaldi renuncia a parte de su concesión en el Puerto de Barcelona para comprar TFB

El grupo italiano acepta los compromisos de la CNMC para desatascar la operación
La adquisición se resuelve tras una investigación en profundidad que ha durado varios meses
Competidores como GNV explicaron el riesgo existente para la competència
Grimaldi desatasca la operación de compra de la Terminal Ferry de Barcelona (TFB). El grupo italiano que irrumpió en España tras adquirir varios activos de Naviera Armas se compromete a renunciar y devolver a la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) una parte de su actual concesión, a facilitar el embarque directo desde la pasarela y el finger de su actual terminal a cualquier competidor que ocupe la superficie desinvertida. También deberá prestar servicios de estación marítima si no se construye una nueva en la superficie desinvertida y mantener las condiciones comerciales previas a la operación. 

La decisión se toma tras varios meses de análisis por parte de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), que abrió una investigación en profundidad tras detectar los riesgos para la competencia. El motivo: la operación llevaba a la concentración de las dos únicas terminales públicas de carga rodada y pasajeros del puerto de Barcelona en manos de una misma compañía y la ausencia de una terminal alternativa para prestar servicios portuarios a los buques de carga rodada y pasajeros. 

Este fenómeno, en opinión del regulador, otorgaría al grupo el incentivo y la capacidad de subir los precios y cambiar las condiciones de acceso a sus servicios.En este sentido, las principales dudas planteadas en torno a los efectos de la concentración las ofreció el grupo italiano GNV, perteneciente al gigante MSC y una de las navieras competidoras en el mercado de transporte de carga rodada y pasajeros en la ruta Barcelona-Baleares. Esta compañía no presta servicios de gestión de terminal, por lo que requiere el acceso a las terminales públicas y se vería directamente afectada por la operación.

Por todo ello, la CNMC ha acordado con Grimaldi que se tengan que mantener las condiciones comerciales a las navieras terceras a las que TFB presta servicios portuarios actualmente. Esta condición debe permanecer hasta la efectiva entrada de un tercero en la superficie a desinvertir o hasta el quinto aniversario de la resolución sin que se haya producido dicha entrada, momento en el que expirará dicho compromiso. El condicionante, en opinión de la CNMC, evitará que Grimaldi pueda hacer valer su posición en la gestión de terminales en el puerto de Barcelona para restringir la competencia en el transporte marítimo de pasajeros y carga, en particular entre la Península y Baleares.

En el marco del procedimiento, la CNMC recabó el informe preceptivo de la Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO) sobre la operación. Antes preguntó a los competidores de Grimaldi y a empresas potencialmente afectadas por la operación, entre las que figuran Suardiaz, naviera que presta servicios de transporte marítimo de carga entre la ruta Barcelona-Baleares, y Noatum, propiedad del fondo soberano de Abu Dabi y operador de una terminal pública que presta servicios a la carga rodada y vehículos nuevos en el puerto de Barcelona (no transporta pasajeros). También fueron consultados Setram, operador que presta servicios portuarios a vehículos, el grupo Bergé que, a través de su filial Terminal Port Nou, gestiona una terminal multipropósito, y la compañía valenciana Baleària.
Fuente ElEconomista.es






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