El gran interrogante de incluir o no el IVA podría volverse menos común en unos meses. El Ministerio de Hacienda está en las fases finales de adaptar una directiva europea que libraría de ciertos impuestos a profesionales con ingresos inferiores a 85.000 euros anuales.

Se espera que en 2025 una nueva reforma fiscal para autónomos entre en vigencia, permitiendo que un estimado de más de 600.000 autónomos no incluyan este impuesto en sus facturaciones.

Facturas sin IVA y multas a las empresas por impagos

Se trata de una propuesta discutida en reuniones entre la Agencia Tributaria y representantes de autónomos, sindicatos y patronales, todo ello en respuesta a la Directiva 2020/285 sobre el IVA.

Desde la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), indican que esta reforma cambiará cómo miles de autónomos, operando como individuos, son gravados. Así, podrán optar por un régimen especial si sus ingresos no exceden los 85.000 euros al año.

El régimen especial de IVA permite que autónomos no incluyan IVA en sus facturas si sus ingresos no superan cierto umbral. Además, estos autónomos podrán deducir ciertos gastos en su declaración de IRPF.

Si los ingresos superan los 85.000 euros, pero no exceden los 93.500, pueden continuar con este régimen. Los estados pueden optar por expandir este límite hasta los 106.250 euros, siempre que no superen ciertos requisitos.

Las ventajas incluyen simplificación en la presentación de impuestos y evita que actúen como intermediarios financieros sin beneficio. Esta reforma debe implementarse antes de 2025 para evitar sanciones a España por parte de la UE.

Beneficiarios

Aunque algunas profesiones ya están exentas de IVA, esta reforma afectará a un segmento significativo de autónomos, permitiendo que elijan este nuevo sistema. Sin embargo, aquellos que operan a través de empresas o tienen ciertas características no podrán acceder.

Se estima que más de 600.000 autónomos se beneficiarán, aunque los datos exactos son difíciles de determinar, según los expertos. Sin embargo, para las empresas más grandes, este cambio significa que no podrán beneficiarse de deducciones de IVA como antes.

Para los consumidores, esto puede traducirse en precios más bajos al no tener que cubrir el IVA, pero queda por ver si esta disminución se traslada a los consumidores o las empresas mantienen sus márgenes de beneficio.

Propuesta europea

Paralelamente a esta propuesta, la Unión Europea está diseñando regulaciones para penalizar a las empresas que no paguen a sus proveedores en un plazo de 30 días. Unas medidas destinadas a penalizar las demoras.

Este retraso en pagos ha sido una carga para autónomos y pymes, causando deudas significativas. La nueva medida ha sido descrita como un hito histórico que beneficiará a millones de trabajadores por cuenta propia en Europa. (fuente GdEmpresa)

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